Datos sobre la Ciudad Blanca
Arequipa brilla con luz propia. Su magia y encanto la convierten en una ciudad que día a día se gana el corazón de sus visitantes. Se trata de una de las mayores metrópolis del Perú y como tal un destino de gran interés.
La arquitectura de sus calles y plazas construida a base de piedra volcánica le brinda una belleza única que se complementa con el majestuoso paisaje de los volcanes que la rodean. Como estos existen muchos más datos interesantes y llamativos. Y es que Arequipa está llena de secretos y curiosidades que no todos conocen. ¿Quieres descubrir algunas más?, acompáñanos en esta nota.
La ‘Ciudad Blanca’
Es llamada así por el antiguo uso del sillar: una piedra de origen volcánico que ha servido como elemento principal para la edificación de muchas de las casonas, monumentos y templos que se ubican en el casco histórico, entre ellos la emblemática Catedral. Su característico color blanco, fruto de las cenizas acumuladas a través del tiempo provenientes de los volcanes vecinos, le da un brillo especial a la ciudad a través de los rayos solares que relucen las fachadas de las edificaciones cuando cae la tarde.
Si deseas conocer más sobre esta singular piedra, existen circuitos turísticos como la denominada Ruta del sillar donde observarás el proceso de extracción y el trabajo de tallado que se realiza con este material. El paseo incluye visitas a impresionantes atractivos cuya formación geológica se debe también esta singular y hermosa piedra.
Picanterías con más de 500 años de historia
Uno de los más grandes patrimonios que tiene Arequipa es su cultura gastronómica. Esta herencia que prevalece desde hace más de cinco siglos se evidencia en la actualidad por la gran cantidad de picanterías que existen por toda la ciudad. Estamos hablando de restaurantes con una gran tradición y que son la mejor alternativa para disfrutar de la extensa y variada lista de platos típicos arequipeños que conquistan a peruanos y visitantes de todo el mundo.
Se les conoce como picanterías por el especial uso de los ajíes en la preparación de aderezos, salsas, cremas y en cada una de las recetas. Este ingrediente tan peruano le aporta un sabor picantito a cada plato que todo comensal debe saborear y disfrutar.
Una urbe rodeada de volcanes
Arequipa está ubicada bajo la sombra de tres volcanes: Misti, Chachani y Picchu Picchu. Siendo el primero, el más emblemático y el único que se mantiene activo. Su última erupción fue en 1985. Actualmente es monitoreado de manera permanente por el Instituto Geofísico del Perú (IGP).
Es posible presenciar de cerca el volcán (hasta el cráter) a través de un recorrido turístico que se realiza de forma parcial o total. Si bien el trayecto completo demanda una importante exigencia física, una vez en la cima, la vista de la campiña arequipeña en los alrededores es inigualable.
Characatos de nacimiento
Al visitar Arequipa seguramente escucharás la palabra characato en muchos lugares. Este término es utilizado desde hace muchos años para denominar a los habitantes tanto de la ciudad como de toda la región. Cuenta la historia de que en el siglo XVI un grupo de hombres y mujeres se trasladó a la localidad de Sara Kato, vocablo compuesto por dos palabras quechuas: Sara, que significa maíz, y Kato, venta o mercado. Con el paso del tiempo, el término Sara fue derivando a Chara.
Años después, los pobladores viajaron hasta el actual norte de Chile con el propósito de vender su mercancía, y cuando los habitantes del lugar les preguntaban de dónde venían, ellos respondían: “de Characato”. Fue así que con el tiempo nació este gentilicio que distingue actualmente a los arequipeños.
Juanita, la momia inca
Uno de los mayores descubrimientos que puedes encontrar en Arequipa está Juanita, una momia hallada en la cima del volcán Ampato en 1996 perteneciente a la cultura inca (siglo XV). Actualmente es posible observarla de cerca en el Museo Santuarios Andinos, uno de los principales centros culturales de la ciudad. Su valor histórico es tan importante para el Perú que fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
La “niña de los hielos”, como también es llamada, sorprendió al mundo tras su descubrimiento debido a su perfecto estado de conservación atribuido al proceso de momificación natural que atravesó el cuerpo producto del congelamiento glacial lo que impidió su descomposición.